Pozo Colorado  - Salina Grandes - Pozo Colorado

Comenzamos nuestro recorrido a las Salinas Grandes hoy solo con equipaje liviano; El equipo pesado permanece en el alojamiento hasta mañana. El único equipo resistente que llevamos con nosotros son nuestros lentes de ciclismo mejorados: mientras andamos en bicicleta por el altiplano y especialmente en las Salinas Grandes, usaremos lentes de ciclismo especiales que ofrecen una mayor protección contra la radiación UV. Dato curioso: en Alemania no podemos conducir con estas gafas. Exactamente lo que necesitamos aquí.  

Recorrer en bicicleta las Salinas Grandes es una de las experiencias más hermosas que hemos tenido sobre nuestras bicicletas.  

El acceso al tramo sur de la carretera Purmamarca-Susques está controlado por las poblaciones indígenas locales y se espera que pague una tarifa de entrada en el centro de visitantes para ingresar al salar. La población indígena local, que vive de la ganadería y la agricultura de subsistencia, utiliza el turismo como fuente adicional de ingresos. En los últimos días hemos visto muchos camiones pesados transportando equipos para las minas en el Altiplano. El conflicto entre las minas que utilizan mucha agua para extraer metales como el litio para nuestros teléfonos inteligentes, por un lado, y los pueblos que han vivido allí durante siglos y para quienes las aguas subterráneas son la base de la vida, por el otro, es obvio. 

En el centro de visitantes reservamos una excursión a uno de los llamados ojos de sal. Así se llaman las manchas abiertas de solución salina que no están cerradas por una costra de sal. Los guías aquí están preparados para los visitantes en automóviles o minibuses y, por lo general, se agrupa un pequeño número de automóviles para formar un grupo. Un guía se sienta en el asiento del pasajero de uno de estos vehículos y lidera el grupo de vehículos. Nosotros y nuestras bicicletas somos asignados al siguiente convoy de vehículos y nos vamos. Desafortunadamente, el guía que conduce el primer vehículo no comprende la velocidad que podemos alcanzar nosotros y nuestras bicicletas, por lo que apenas podemos seguir su ritmo. 

Los ojos de agua abiertos de las Salinas Grandes merecen todo esfuerzo: el azul del cielo se complementa con el azul del agua salada. Aparte del viento que sopla en nuestros oídos, aquí arriba reina un silencio increíble. El viaje de regreso desde el pozo de agua hasta el centro de visitantes en la carretera principal es aún más agotador para nosotros: en el camino de regreso experimentamos fuertes vientos en contra y desafortunadamente el conductor del vehículo que va en cabeza no parece sentir el fuerte viento en contra tanto como hacemos en nuestras bicicletas.  

Cerca de la calle asfaltada R52 se extrae la sal mediante métodos tradicionales. En varios lugares podemos ver cómo se retira la costra de sal y se deja cristalizar el agua en piscinas de cristalización. La sal se deja en estas piscinas para que "madura" durante 12 meses. Después de la evaporación del agua, la sal se recolecta sacándola de las piscinas y se deposita a un lado para que se seque durante algunas semanas más. La sal recolectada se vende como sal de mesa.  

Después de un día completo en las Salinas Grandes, regresamos en bicicleta a nuestro alojamiento en Pozo Colorado por el mismo camino por donde vinimos. En un punto donde nos sentimos desapercibidos, nos adentramos en la parte norte de las Salinas Grandes y pedaleamos hacia el norte hasta llegar al final de las Salinas. Allí seguimos una pista que encontramos en el terreno de regreso al camino del lavadero. Tomamos nota mental de la ubicación del cruce para asegurarnos de que encontraremos la misma pista mañana por la mañana. Con nuestro equipaje pesado, no queremos seguir el camino de lavadero alrededor de Saline.