Susques - Huancar - Pastos Chicos (Ruta 40)

Antes de continuar nuestro viaje, nos tomamos un día libre para aclimatarnos al aire y mirar a nuestro alrededor en Susques. Destaca la iglesia de Nuestra Señora de Belén de Susques, construida en 1598, con techo de paja y estructura de madera de nopal. Y esta ya es la lista completa de todas las atracciones que ofrece Susques. No hay nada más en Susques: ni siquiera hay gasolina disponible en Susques esta noche, lo que anima a algunos motorizados que encontramos a volver a subir al coche y seguir adelante. La Ruta 52 va desde Susques por el Paso de Jama hasta Chile y es la única carretera asfaltada entre Argentina y Chile al norte de Mendoza. Es notable la falta de disponibilidad de gasolina. 

Como anoche no estábamos contentos con nuestro alojamiento en Susques, elegimos el Hotel El Unquillar en las afueras de Susques para nuestra segunda noche en Susques. Aquí encontramos una habitación con baño privado, personal amable, chimenea y algo para comer, todo bajo un mismo techo. Una combinación que no pudimos encontrar dentro de Susques.    

En Susques dejamos la Ruta 52. A partir de hoy seguimos la legendaria Ruta 40. Mientras la Ruta 40 comienza en el norte de Argentina en la frontera con Bolivia, iniciamos la aventura de la Ruta 40 a unos kilómetros al sur de Susques. En un principio, la Ruta 52 y la Ruta 40, que conducen a Chile, discurren paralelas y el camino está asfaltado. 

Pero eso pronto cambiará: desde el punto donde la Ruta 40 se bifurca hacia el sur, el tramo asfaltado se acabó. A partir de aquí, el progreso es un trabajo duro. El estado de la carretera cambia cada pocos kilómetros: a veces, arenilla ondulada, a veces arena, a veces grava. En todo momento se aplica lo siguiente: ¡andar en bicicleta es agotador, pero posible! Además, la carretera está planificada en el terreno sin eliminar colinas ni rellenar valles. Por eso el camino va constantemente cuesta arriba o cuesta abajo. Me recuerda a la cima de la autopista mundial en Alaska. 

Desafortunadamente, la velocidad cuesta abajo no es mucho mayor que cuesta arriba, ya que el terreno no lo permite. El paisaje aquí es bastante árido y no hay mucha vegetación a la que observar. 

En algunos lugares el agua fluye desde las montañas hacia el Río Pastos Chicos, que corre hacia nuestra izquierda la mayor parte del tiempo. Si el agua fluye rápidamente, el paso no es un problema. Los cursos de agua poco profundos y de flujo lento son desfavorables porque tienen bordes helados.

Aquí arriba en el Altiplano se puede sentir la inmensidad del paisaje.

Luego de 21 km / 13 millas llegamos al pueblo de Huancar. El lugar se puede ver desde lejos, pero el último kilómetro lleva un tiempo increíblemente largo debido al mal estado de la carretera. El aire enrarecido no nos lo pone más fácil.

En Huáncar compramos unas galletas y bebidas en una pequeña tienda y hacemos un descanso en la plaza frente a la iglesia. Aunque el cielo se ve azul en la foto, hace mucho viento, el pronóstico del tiempo para hoy predice una velocidad del viento de 95 km/h o 60 mph.

Poco después de Huncar hay una fuerte subida. Son solo 50 metros de altitud ganada, pero parece mucho más aquí por encima de los 3600 m. Después de eso, la Ruta 40 es casi plana.

En el camino pasamos por unas dunas de arena. En estas áreas resulta obvio que la Ruta 40 recibe mantenimiento regular. Supongo que estas secciones se cepillan hasta obtener una superficie nivelada con una niveladora aproximadamente cada 6 semanas aproximadamente.  

En el Altiplano, la Ruta 40 ofrece a los ciclistas una gran ventaja: el tránsito de automóviles es fácil. Hay exactamente un auto que viene hacia nosotros entre Susques y Pastos Chicos. No hay mucho tráfico.

Pedaleamos lenta pero constantemente hacia el sur. Hoy hace buen tiempo: hacia el mediodía la temperatura supera los 10°C. Sin embargo, el fuerte viento persiste. 

Llegamos a Pastos Chicos temprano en la tarde. El pueblo está ubicado a 1,5 km / 1 milla al este de la Ruta 40 a una altitud de 3820 m. Atención: ¡El pueblo de Pastos Chicos no debe confundirse con el hotel del mismo nombre en las afueras de Susques! Viniendo desde el norte, encontramos alojamiento en una de las primeras casas del pueblo y conseguimos una habitación con dos camas y una ducha compartida en el patio. Si buscas alojamiento aquí, lo mejor es preguntar por Luis.